Hablar del
vino es comunicar sus regiones y paisajes únicos, descubriendo las historias de
sus gentes. Los Monegros es un lugar que conserva un peculiar patrimonio
acompañado por un paisaje estepario y único en Europa, cubierto de cerros,
llanuras y barrancos y salpicado de pequeñas balsas de agua salada. Descubrir
Monegros es adentrarse en la historia de una zona viva y pujante con personas
que a través del trabajo y el esfuerzo han sabido sacar adelante a sus
familias.
La vid tiene
un lugar especial en la zona ya que durante muchos años se cultivó y se hizo
vino para el consumo propio. Este territorio y su gente tienen mucho que
enseñar al mundo, explorando las sensaciones que buscan los grandes aventureros
y descubriendo una parte de la historia del vino en Aragón. Degustar sus vinos
es adentrarse en su terruño usando los sentidos para catar sus minerales,
tierra, especias, flores y hierbas. Los vinos de Monegros han empezado su
andadura, y con el proyecto de Fernando Mir y su Vino del Desierto consiguiendo
el reconocimiento de propios y extraños, encontrando su lugar en el fantástico
mundo de la vid.
Fernando Mir |
F.M/ Realmente, este proyecto, el inicio
se basa en el año 2001. Mi familia no es que sea de tradición vitícola, mi
abuelo era agricultor y como tantos otros agricultores de esta comarca se había
dedicado a la agricultura extensiva, que antaño con mi abuelo y bisabuelo
tenían 3 Ha de viñedo aquí, en Lanaja. Llegado el momento, decidieron arrancar
las viñas. La base del proyecto radica en volver a revitalizar la fama y la
cultura que tuvo el vino en los Monegros. Aquí,
antes de que llegará el canal de los Monegros, antes de que llegara el
regadío, en los años 50 más o menos, era una comarca que mayor número de Ha de
viñedo había en todo Aragón, está documentado; era una zona muy pobre, la
escasez de agua era brutal y por lo tanto los cultivos que había eran los cultivos
de secano: olivo, almendro, cereal y sobre todo la vid. Muchas familias tenían
la vid como un complemento económico a la agricultura, otros lo tenían como
consumo propio. Y sobre todo la vid como un complemento económico a la
agricultura que tenían, otros lo tenían para como consumo propio….prácticamente
se dedicaban a ello, a nivel de trueque o a nivel monetario. Como decía,
igualmente cada familia cultivaba dos o tres hectáreas de viñedo, pero cuando
llegó el regadío, como la gran mayoría de los agricultores de esta comarca,
decidieron arrancar la vid. Entonces, partiendo de esta base, en el año 2001,
con mi padre y mi abuelo decidimos plantar una viña por hobby, una viña
pequeñita, 2000 m2. A mi padre le gusta mucho el mundo
del vino. Fue lo que me enganchó a mí en este mundo de la viticultura. Siempre
me había gustado mucho el mundo del campo, pero nunca me había dedicado
profesionalmente a ello.
Fernando Mir - Carlos Schölderle |
C.S./¿Cuál es tu profesión? ¿Qué
estudios tienes?
F.M/ En el año 2001, cuando comenzamos
con este proyecto, yo estaba estudiando en Zaragoza. Estudié la Diplomatura en
Ciencias Empresariales. Cuando comencé en el mundo del vino, lógicamente
comencé a formarme ya más profesionalmente, con diferentes cursos. La formación
principal que hice en este sector fue un Máster en Viticultura, Enología y
Marketing del Vino, en Logroño, La Rioja. Durante 2 años que fue la base en la
que me asenté para iniciar dicho proyecto. Llevo más de 12 años dedicado a la
viticultura. Siempre me he ido formando en el mundo de la viticultura porque
siempre he creído que en el 95 % de una botella es la vid, es la uva. Si tú
cultivas bien tus viñedos, con mucho cariño, con mucho amor, con mucho tesón,
puedes elaborar grandes vinos. Siempre he creído que en Los Monegros hay una
gran materia prima, nuestra uva, por la condiciones climatológicas, como por el
tipo de terreno que tenemos aquí, pero nunca ha habido una profesionalización
en las bodegas. Hay que avanzar siempre un poquito. En definitiva lo único que
hay que hacer es mimar y cuidar el vino en bodega, no dejarlo que haga lo que
quiera, sino acompañarlo hasta que prácticamente se embotella. Ahora,
continuando con la formación, este año, voy a realizar un ciclo formativo de
grado superior en Cariñena de vitivinicultura, durante dos años para asentar
más las bases a nivel técnico, a nivel enológico sobre todo, a nivel de bodega.
Para complementar mi formación a nivel técnico.
C.S./¿Cómo es el curso que vas a
realizar en Cariñena y qué es lo que esperas de él?
F.M/ Se podría decir que es el paso
previo a la Licenciatura en Enología, la formación anterior, más básica y trata
de lo que es el campo, de lo que es la viticultura y sobre todo del proceso en
bodega. Tiene una duración de un año y medio y luego son 3 meses de prácticas
en bodega. Trata un poco de todo de la viticultura: variedades de uva,
fisiología del suelo, tipos de cultivo, tipos de formación y luego en enología,
aparte de todo el proceso de elaboración del vino, las cosas fundamentales en
la toma de decisiones: cuando estás catando un vino, cuánto tiempo tiene que
tener en la barrica, si lo tienes que estabilizar de alguna forma. Son
aspectos, más que nada, técnicos.
Carlos Schölderle - Fernando Mir |
C.S./ Dime, ¿te han facilitado la evolución y el proyecto, para llevarlo a cabo, desde el Gobierno de Aragón, te han brindado alguna ayuda, o has tenido que buscar ayuda externa?
F.M/ En la bodega, como persona
individual que soy solicité tres ayudas financieras. Tres subvenciones que son
a fondo perdido: Una como joven agricultor, que dándote de alta como joven
agricultor tienes unas ayudas tanto para compra de maquinaria, compra de
tierras, etc. Otra ayuda de los fondos europeos LEADER gestionados por el Centro
de Desarrollo de los Monegros, que la subvención que he podido recibir ha sido
tanto para la construcción de la bodega como para la maquinaria. Otra ayuda ha
venido por el INAEM por la promoción del empleo autónomo. A nivel financiero
existen estas ayudas, aunque no soy partidario de las subvenciones anuales, sí
del “empujón” que te puedan dar desde la administración al inicio de una
actividad, porque sino es muy complicado. Las personas que tenemos ideas e
iniciativas, no todos tenemos capacidad económica. Los que empezamos de cero
como nosotros, ya que somos una familia humilde y trabajadora. Ese primer
“empujón” yo lo veo muy interesante y necesario porque al fin y al cabo, las
empresas son las que generamos actividad económica en todos los sentidos. No
creo en subvenciones anuales, sólo por tener tierras, etc. Creo que es una
forma adormecer a una empresa, que se paralice sus ganas de emprender y de
tener ideas y no creo que sea positivo. No he tenido otro tipo de ayudas. La
burocracia es brutal de todo tipo de trámites para iniciar cualquier actividad,
no solo a nivel fiscal sino a nivel de licencias para montar la actividad,
licencias de agricultura, licencias de sanidad, licencias de industria,
millones de papeleos…
C.S./ En vez de facilitar complican
el desarrollo de la empresa……
F.M/ Entre licencias antes de empezar la
construcción, yo he estado casi un año entero para montar la empresa, sólo a
nivel de papeleos, de trámites, que tienes que esperar… En ese sentido no es
que sea muy ágil la Administración. Pero si tienes ganas e ilusión puedes con
todo ello.
Fernando Mir |
F.M/ AVIMO es la Asociación de
Viticultores de los Monegros. Se creó en el año 2009 por la propia iniciativa
de diferentes viticultores de la comarca con el objetivo de que el mundo del
vino de esta comarca no desapareciera del todo. Porque si antaño había casi
4000 Ha de viñedo por la comarca de los Monegros, ahora, según el Gobierno de
Aragón, hay unas 260 Ha, muy poquito, y cada vez va mas en retroceso. En mi
pueblo, cada año veo arrancar una viña, y a mi eso me entristece bastante. La
idea de esta Asociación, creada también con el empuje de la Comarca de los Monegros,
es paralizar ese retroceso del cultivo de la vid y volver a revitalizar la fama
y su cultura. El único problema que hay en la asociación es la falta de gente
joven. Yo estoy como presidente de la asociación, tengo 33 años, y la persona
más joven detrás de mí tiene casi 50 años. No hay gente joven que toque este
tipo de cultivo, hay muchos agricultores, efectivamente, pero agricultores de
cultivo extensivo que no apuestan por la vid. Está un poco paralizado el tema
por esta circunstancia. La mayoría de los viticultores que hay, excepto la
bodega en la que estamos ahora que se dedica profesionalmente a ello, son todos
viticultores de fin de semana que tienen otros trabajos y que lo tienen como
hobby. Ese es el problema. Si hubiera 2 o 3 bodegas que se dedicaran a nivel
profesional, se podrían hacer cosas muy interesantes. Pero hoy en día esto no
sucede. Sí que se han hecho cosas, diferentes actividades, se ha participado en
diferentes ferias, pero como no hay esa continuidad de gente joven que empuje detrás
y eso lo complica bastante. Otro de los objetivos de la Asociación fue el
intentar la certificación de Vino de la
Tierra, que es el paso previo…
C.S./¿Esto hace referencia a los
Vinos de Pago?
F.M/ No. En España hay cinco escalas en
el mundo del vino. Están los Vinos,
antes llamados “Vinos de Mesa” que ahora según la legislación europea ha
desaparecido la palabra “mesa”. Ahora es Vino,
en general. Luego están los Vinos de la
Tierra, en Aragón tenemos 6 zonas conocidas como Vinos de la Tierra. Luego están las Denominaciones de Origen, en Aragón tenemos las 4 conocidas. Después están las Denominaciones de Origen Calificadas, que en España solamente hay
dos. Y por último están los Vinos de
Pago. En España creo recordar que solamente hay 14 bodegas. Es algo
individualizado, no es una zona, es bodega por bodega.
Entonces,
uno de los objetivos de la Asociación era conseguir esa certificación de Vinos de la Tierra, que es el paso
previo a una Denominación de Origen,
pero ya tiene un cierto reconocimiento, una cierta calidad. Debido a que no hay
ese número de bodegas que puedan representar a los Monegros, ese tema se ha
paralizado un poco. Soy partidario que de hoy en día a nivel comercial, a pie
de calle, hay mucha gente que se guía por el tema de la Denominación de Origen, Somontano, Rioja, Rivera del Duero… la
gente se fija en lo que es una imagen, una imagen de marca (perfecto por los
que lo han conseguido) Pero yo veo que el pertenecer a una Denominación de Origen a nivel de cada bodega, estás atado de pies
y manos. Cuando perteneces a una Denominación
de Origen hay un consejo regulador que es el que marca las pautas del
juego. Marca las variedades de uva que puedes cultivar en esa zona si quieres
pertenecer a dicha zona, el tiempo que tienes que tener tu vino en la barrica
si lo quieres denominar Crianza, Reserva o Gran Reserva, con diferentes pautas.
Son los que te marcan todo. Nosotros aquí en Monegros, no es Vino de la Tierra, es Vino, en general y nuestra bodega va
por libre. Yo soy el que decido las
variedades de uva, decido el tiempo que tiene que tener mi vino en la barrica.
Se puede decir que es un vino de autor, porque soy el que decide todo, controlo
obviamente la normativa sanitaria y la normativa de industria, pero es un vino
totalmente hecho a nuestra manera. Nuestra forma de trabajar las viñas, de una
manera artesanal y por supuesto en bodega y nadie nos marca nada. Vamos por
libre. Es vino de autor. Y el nivel de imagen de marca, aunque no somos una
D.O., nuestro vino, el Vino del Desierto,
es el vino de los Monegros.
C.S./ Quiero que me cuentes la
historia de por qué llegaste a la marca del Vino del Desierto.
F.M/ Los Monegros es una comarca que
fuera de Aragón, yo diría que es la comarca más conocida. Mucha gente la conoce
por el Festival Monegros Desert, que al fin y al cabo nos ha ayudado a que nos
dé una cierta imagen de marca, pero la gente nos conoce por el desierto. En la
comarca tenemos el slogan “El desierto vivo de Europa”. Es una comarca que
aunque ahora, efectivamente, a nivel agrícola hay muchas hectáreas de regadío,
pero siempre ha sido una comarca en la cual el tipo de terreno que tenemos aquí
es un terreno muy duro, la climatología: es una zona muy árida, muy complicada,
con un carácter muy marcado y es algo que estamos explotando al máximo. Es un
vino que nace y que se cría y se elabora en esta tierra, en los Monegros, y de
ahí viene el slogan: es el vino de nuestra tierra, el vino de los Monegros, el
Vino del Desierto. Nuestro slogan está registrado en la Oficina de Patentes y
Marcas a nivel nacional e internacional y es nuestra bandera.
C.S./¿Cuál crees que es tu mayor
defecto? Lo que piensas sobre tu relación con la tierra con tu trabajo y con la
bodega.
F.M/ Llevo años que me apasiona lo que
estoy haciendo. Es el sueño de mi vida hecho realidad, y el defecto es que
quizás no le dedico el tiempo que es necesario a la familia, porque para mí
esto no es un trabajo, ni un proyecto empresarial, es un proyecto de vida y
quizás soy demasiado perfeccionista en el sentido de que quiero que mi empresa
funcione al máximo, necesito controlar todos los aspectos de mi empresa, yo
mismo y eso puede ser un defecto. Quizás debería delegar algunas funciones. En
un futuro, cuando la empresa crezca y tenga personas a mi cargo, sé que me va a
costar delegar, porque toda la bodega ha salido de mis manos, TODO. Cualquier
cosa que puedas imaginar lo hago yo. Todo. Entonces es un posible problema a
tener en cuenta en el futuro, porque me costará encontrar a alguien que yo vea
que tenga esa capacidad de estar conmigo, de trabajar, 10, 12, 15 horas diarias
como puedo hacer yo y que realmente esté involucrado.
C.S./¿Cuál es tu mayor virtud?
F.M/ Tengo tantas: (risas) Para mí, la
fundamental es la constancia. Soy una persona muy constante, muy trabajadora,
muy luchadora, no me rindo fácilmente y quizás las facetas de mi vida
profesional que no sean tan positivas pero a base de trabajo, de esfuerzo y
dedicación las he podido sacar adelante. Constancia y tenacidad es mi lema.
C.S./ Cuéntame el proyecto a largo
plazo y lo que quieres hacer en la bodega. Y cuál es la mayor diferencia que le
encuentras a la competencia con respecto
a tu vino.
F.M/ La producción que tenemos en
nuestra bodega está entorno a las 7 u 8 mil botellas. Tenemos una capacidad de
cerca de las 10 mil botellas, con las 3,7 hectáreas que tenemos, y a nivel
producción nos vamos a quedar aquí. La filosofía que hemos planteado siempre es
que el Vino del Desierto en un futuro, a medio y largo plazo sea reconocido a nivel
mundial. Soy muy ambicioso y voy a apostar por ello, y quiero que dentro de
unos años nuestra bodega sea conocida como esa bodega chiquitina, en un pueblo
allí perdido en los Monegros, en la comunidad de Aragón, y que sea un vino con
un gran prestigio a nivel internacional.
La base de
nuestro vino, aparte de la cata organoléptica normal y corriente, la diferencia
que le aporta a nuestro vino el de otros es la zona en la que nace, donde nace,
donde se cría, etc. Tanto a nivel climatológico como a los tipos de
terrenos. Los Monegros es una comarca
muy dura, muy extrema, muy diferente a cualquier otra, no solo en Aragón, sino
del resto de España, con unos condicionantes climatológicos, sobre todo en
invierno. Son inviernos muy duros,
veranos muy calurosos. Todo esto influye en que nuestras uvas tengan un
carácter muy marcado, un carácter muy especial muy diferente al de otras zonas.
Lógicamente todo repercute en la calidad de nuestro producto final, en la
calidad de la uva y en la calidad del vino. Nuestras viñas están todas al 100%
en secano, no regamos absolutamente nada y todos estos condicionantes hacen que
el rendimiento de nuestras cepas sea muy bajo. Estamos produciendo una media de
unos 800-900 gr por cepa y este nivel tan bajo hace que los grano s y los
racimos de nuestras cepas sean muy chiquitines, por lo tanto son vinos muy
concentrados, con una gran cantidad de aromas, una gran cantidad de color,
vinos con unos matices muy diferentes, vinos muy complejos, y nos hace
diferenciarnos de nuestras competencia. El 80% de nuestras uvas son variedades
locales, autóctonas, porque son las que siempre se han cultivado, las que mejor
están adaptadas a este tipo de terreno, y las que mejor pueden expresar las
características de nuestros vinos. Eso es importante para nosotros. Las
variedades foráneas que hemos plantado, antes de ello, hemos analizado por el
tipo de suelo y la climatología si realmente tenían capacidad de aguantar estos
condicionantes tan complicados. Y luego la forma de trabajar. Es una forma de
trabajar muy artesanal, no estamos certificados como cultivo ecológico pero
nuestra filosofía es esa, cultivo ecológico incluso vamos más allá, con todo el
tema del cultivo biodinámico, trabajamos con los astros, con las lunas. Al fin
y al cabo es intentar respetar todo lo que nos rodea, respetar la naturaleza,
que haya un equilibrio perfecto, tanto en viña como en bodega, y eso es la
base. De las 8mil botellas que hemos hecho este año, las 8000 han pasado por
nuestras manos, tanto a la hora de elaborar el vino en la bodega, se hace todo
tan manualmente que eso repercute en la calidad de nuestros vinos.
C.S./¿Qué haces en tu tiempo libre?
F.M/ Ir a picar la viña… Soy joven,
tengo 33 años y tengo amigos que solo están esperando que llegue el viernes
para desconectar de su trabajo y olvidarse de todo. Eso para mí es un problema.
Hoy en día yo no tengo que desconectar de nada, porque no estoy enganchado a
nada, realmente todo lo que hago es mi vida, es mi pasión y disfruto con ello.
Por lo tanto, no necesito desconectar. Hay veces que después de tantas horas,
ya no saturado no solo mentalmente, sino físicamente, necesitas descansar, pero
no por desconectar, sino por cargar las pilas para seguir afrontando este
proyecto. Cuando realmente lo haces por ti, que es tu mayor ilusión, y que es
tu sueño, no supone ningún esfuerzo… de
esta manera se lleva bien…
C.S./ …Sí lo estás haciendo con
gusto…..
F.M/ Exactamente, “sarna con gusto, no
pica” De esta manera se lleva muchísimo mejor. En mi tiempo libre me voy a ver
ferias de vinos, me voy a ver bodegas, por llamarlo tiempo libre…Pero vaya, sí
tengo muchas aficiones. Me encanta la montaña, me encanta la música, hago
muchísimas cosas, no sólo estoy todo el día con el vino, Pero realmente este
sector es muy social, muy gastronómico, estás siempre rodeado de gente, estás
siempre haciendo catas de vinos, siempre comentándolo, alrededor del vino.
Realmente mi vida es el vino. Lo tengo clarísimo
C.S./ Fernando, muchas gracias por
la entrevista y nos veremos en las catas y en las maravillosas viñas del Vino del Desierto. In vino veritas
longae vitae!))
NUESTROS VINOS:
Sed - Tinto
Añada: CRIANZA 2011Paraje: “Sardiruela”, al abrigo de la Sierra de Lanaja. Altitud: 450 – 500 m.
Tipología de suelos: Tierras de cascajo, calizos, con yesos.
Año antigüedad viñedo: 1954 - 2001
Fecha vendimia: Principios de septiembre de 2011.
Recolección: Manual en cajas de 10 Kg. con selección de uva en campo y bodega.
Rendimiento: 900 grs. / cepa
Producción limitada de: 6.466 Botellas.
Variedades: Garnacha (50%) – Mazuela (35%) – Syrah (15%)
SENSIBLE A DECANTACIÓN NATURAL
Características:
Sed – tinto no ha sido filtrado ni tratado por frío, por lo que puede ser sensible a producir sedimentos naturales, garantizando así su pureza, aroma y armonía. Ha sido envejecido durante 7 meses en barrica de roble americano.
Duna - Blanco
Añada: JOVEN 2012Paraje: “Sardiruela”, al abrigo de la Sierra de Lanaja. Altitud: 450 – 500 m.
Tipología de suelos: Tierras de cascajo, calizos, con yesos.
Año antigüedad viñedo: 1954
Fecha vendimia: Principios de septiembre de 2012
Recolección: Manual en cajas de 10 kg. con selección de uva en campo y bodega.
Rendimiento: 1.200 grs. / cepa
Producción limitada de: 1.674 Botellas.
Variedades: Garnacha Blanca (70%) – Alcañón (30%)
SENSIBLE A DECANTACIÓN NATURAL
Características:
Duna - blanco no ha sido tratado por frío, con un suave filtrado que puede ser sensible a producir sedimentos naturales, garantizando así su pureza, su aroma, su armonía.
Para más información entrar en la web