"La vida es como una leyenda: no importa que sea larga, sino que esté bien narrada"
SÉNECA
Mosaico de vendimia romana |
C.S. Benito muchas gracias por concederme la
entrevista
Quien eres y que es lo
que haces?
B.B. Soy
Benito Báguena Isiegas, y llevo toda la vida alrededor del mundo del vino en
diferentes facetas.
Yo
soy de Cariñena, zona vinícola. Trabajé en la viña y colaboré con la familia,
no haciendo vino, sino en la producción de uva porque aquí hay una estructura
de cooperativa hasta que marché a Barcelona a estudiar Biología.
Estuve en Barcelona hasta el año 1987, año que
volví a Cariñena. En Zaragoza abrí uno de los primeros establecimientos de
vinos de Zaragoza, “La Filoxera”.
Participé en ella hasta el año 1994 que marché a Tarragona. Allí organicé otro
establecimiento de vinos que el nombre era “L´Ara Cata” cuyo significado era productos de Aragón
y Cataluña. Tenía vinos y productos de los dos sitios. Organizamos muchas catas,
cursos y comenzamos a colaborar con “Tarraco Viva”, que son las jornadas de
reconstrucción histórica del mundo romano. Participamos al principio
organizando los catering hasta que llegó un momento que el director del evento
me propuso que hiciésemos una presentación del vino romano.
Benito Báguena Isiegas |
C.S. ¿Así nace la idea de hacer un vino romano?
B.B. Si,
así empezó. Comenzamos a mirar todo tipo de bibliografía, todo lo que había
sobre el origen, el cultivo de la vid, la elaboración del vino, el transporte,
el consumo por el mundo romano, tanto por la elite como por la plebe.
Y
buscando información encontré que había
una bodega en Francia que junto a un arqueólogo habían hecho una reconstrucción
de una cella vinaria
o bodega de vinos romana y hacían 3 tipos de vino de aproximación arqueológica
experimental al vino romano.
Comenzamos
a hacer talleres, sobre el vino romano en el mes de mayo en los que se
explicaba todo el tema del vino y luego se degustaban los mismos.
Hace
tres años nos planteamos que en vez de traer estos vinos de Francia, lo
podíamos hacer nosotros. Hicimos dos pruebas. Salieron bien, con el tipo
básico, que es el mulsum,
que fermenta con miel.
El
año pasado hicimos tres tipos de vino. Uno era el de “exportación” que se
producía a lo largo de todo el Imperio Romano, sobre todo en la época imperial,
a partir de César Augusto.
Roma demandaba mucho vino, porque lo consumía, y tenía que traerlo de todas las
provincias. Hicimos este vino con toda la complejidad de la adición de hierbas,
de resina de mirra y de agua de mar. Y otro tipo de vino, el que hacían ellos
para mejorar otros vinos, que se hacía con mosto cocido el cual se cuece reduciéndose hasta un tercio y se añade al
vino que está fermentando. Luego hicimos el mulsum que fermenta con miel.
Fuimos
investigando más y nos encontramos con que los romanos utilizaban mieles de
altura, de los Abruzos, que son mielatos, como la miel de brezo o de encina. Nosotros hemos utilizado
miel de castaño.
Con
todo esto hemos ampliado el mercado de las conferencias que damos, las catas y
degustaciones de vinos, con ir a más sitios y más ciudades, villas y sitios
romanos donde se desarrolla todo esto.
Benito y equipo de vendimiadores romano |
C.S. ¿Cuáles son las principales características
del vino romano? ¿En qué se diferencian
de los vinos que se comercializan hoy en día?
B.B. Los
romanos conocían el azufre, pero no sabían el efecto que tenía sobre el vino.
Con lo cual ellos no tenían un sulfuroso para sujetar el vino y que no tuviera
problemas. Los vinos normales y corrientes se les agriaban.
Equipo de vendimiadores romanos |
C.S. Los romanos no conocían el tinto?
B.B. Sí
que lo conocían, pero tenían un concepto de calidad heredado del mundo griego
de que los vinos buenos eran los vinos blancos y dulces. Si había algún vino tinto,
no tinto como lo conocemos hoy, sino un vino que había salido con color, ése
iba para la plebe. Su proceso productivo era: producción de uva, llevada a las calcatorium, o sitios de pisar la uva. De allí se
sacaba el mosto flor para hacer los mejores vinos. Una vez pisada la uva, con
los hollejos, la raspa y todo, lo introducían directamente en las prensas de
viga y sacaban los mostos de 2ª calidad. Pero nunca maceraban con la piel, con
lo que no podían extraer ni hacer tinto tal y como lo conocemos.
Lo
que tenían también es que si se acidificaban mucho, le añadían agua y mosto
concentrado (defrutum) y hacían la posca (acetum cum aqua mixtum), que era la bebida reglamentaria de
los legionarios. Era vino agrio (vi agre, que no vinagre que significa que el vino se ha agriado
pero tiene alcohol. A los legionarios les daban este vi agre (posca) que tenía acidez, tenía alcohol y
tenía dulzor, lo cual iba muy bien para la batalla.
Tenían
otro problema, y es que todo el proceso de elaboración se hacía en tinajas de
barro, que ellos llamaban dolías.
Pero estas tinajas eran permeables. Para impermeabilizarlas utilizaban pez que
es una resina de conífera. Y el envase del vino, que se llamaba ánfora, también lo impermeabilizaban con pez.
Esto
aportaba sabores al vino y los procesos
no eran tan higiénicos como ahora. Solían añadirles muchos tipos de hierbas
aromáticas para cambiar el sabor del vino. Es más, hasta en el momento del consumo,
las elites, filtraban el vino, porque
tenía posos, con paños perfumados.
Equipo de vendimiadores romanos transportando la uva |
C.S. ¿Qué hierbas utilizas tú para hacer este vino?
B.B. Hay
que explicar que muchas de las que utilizaban no se consiguen ahora: raíz de
junco, iris…Lo que sí que se consigue es una básica, que utilizaba todo el
mundo, que es una leguminosa. Usaban las semillas de la
alholva. Estas semillas se dilatan en vino y luego se machacan muy finos y da
unos aromas vegetales al vino, como a hinojo. Además tiene ciertas propiedades estabilizadoras
sobre el vino. También valeriana, que es más fácil de encontrar. Y como resina,
le añadimos mirra. Todo esto, molido. Pensando siempre en un vino que iba a
viajar a Roma. Por eso era el vino de exportación.
Los vinos normales se quedaban para consumo interno.
A los que tenían que viajar se les añadía luego agua de mar, que
lo clarificaba. Pero agua de mar cogida en alta mar, con el mar tranquilo, en
noche de luna nueva, guardada y trasegada durante cierto tiempo y envejeciendo
el agua dos o tres años para que los microorganismos vivos del agua
desapareciesen.
Todas las bodegas vinarias estaban cerca de los ríos navegables
o en la costa, para su transporte. Si era en el interior, lo que hacían era
tostar sal y añadirle agua de lluvia.
En la Bética, toda la uva que no tenía cierta calidad y con baja
graduación (no se conoce a ciencia cierta las variedades de vides romanas para
poder compararlas con la vid actual, porque han ido mutando y no podemos decir
qué tipo de variedad eran las que tenían) era amiacea. Hay un documento que dice que de una viña de amiacea vieja haremos el defrutum (el mosto cocido) en
calderos de plomo, a fuego muy lento para que no se derritieran las paredes y
con adición de membrillos, que lo que en realidad aportaban son pepsinas que lo
hacían más denso.
El mosto cocido reducido lo echaban al vino en fermentación, que
hacía que se incrementase la graduación.
Habían inventado ya la “chaptalización”, y eso aporta aromas a
lo que ha cocido y un incremento de la acidez. Lo que has hecho es concentrar
mosto, has quitado agua, pero la acidez se ha incrementado. Si la querían
rebajar sabían que añadiéndoles polvo de mármol, neutralizaban la acidez.
En Cariñena, toda la vida se ha hecho un postre, el mostillo, que en otros sitios lo
llaman arrope, y al hacerlo siempre se le ha añadido una piedra mostillera, que es una piedra
calcárea que se echa en la cocción para neutralizar la acidez.
Equipo romano transportando la uva |
C.S. ¿Cómo has llegado
a desarrollar el proyecto y llevarlo adelante?
B.B. El plan de acción ha sido leernos tanto yo como mi mujer,
que es más técnica que yo, es enóloga, y sabe decir: “Estos
hacen esto…”
C.S. ¿Cuál es el nombre
de tu mujer?
B.B. Pilar López Julián. Ella indicaba qué producía la adición
de cada cosa. Interpreta los escritos. Lo que hicimos fue leernos a todos los
trataditas romano que ha habido, sobre todo al básico, el gaditano Columela. Después te vas leyendo a Varrón , Catón, Plinio el
viejo, …
Cella Vinaria - Calcatorium y Dolias |
C.S. ¿Cuál es el nombre
completo del gaditano?
B.B. Lucius Junius Moderatus, alias Columela. Y seguimos con Paladio, Magon, Pomponio
Mela,…todos
los que han escrito sobre agronomía. Nos lo leímos todo. Ha habido que
interpretar a los traductores, porque entre ellos se contradicen. Por ejemplo,
un ánfora son algo más de 26 litros, pero una onza (se utiliza para medir las
hierbas a añadir) según unos era un peso y según otros, era distinto.
Cortinale |
C.S. O sea, que habéis
tenido que hacer primero pruebas
B.B. Sí claro, pruebas y cosas que nos han ocurrido como para
hacer el mulsum te indican que hay que añadir una parte de miel y cuatro de
mosto y añadirlas el cuarto día de haber comenzado la fermentación. Pero la
miel no para la fermentación, la miel también fermenta y deja el producto seco,
con sabor a miel. Con lo cual no sabemos cómo lo conseguían ellos o qué les
ocurría para que les quedara el vino dulce. El mulsum, que era el vino del
aperitivo, y hasta el Imperio, era el único que podían tomar las mujeres.
Y el resto de los vinos, ellos los querían muy envejecidos, que
fueran muy viejos. Cuanto más viejo fuera el vino, mejor. Pero se tenía que
haber conservado. Y a la hora de beberlo, el pueblo lo compraba en la taberna
vinaria y se lo bebía en el momento. Las elites lo almacenaban en ánforas y
cuando lo bebían lo mezclaban en unos recipientes, cráteras, con agua caliente en
invierno o fría en verano. Lo mezclaban bien y como el momento de más consumo
de los ciudadanos romanos era después de hacer la cæna, la cena, la comida
importante, en la cual habían bebido, era el concilium o el simposium de los griegos, que era
beber todos en común. Nombraban a uno de los presentes como jefe, el arbiter
vivendi, que
era el que decidía la cantidad de agua que había que echarle al vino. Y si una
persona había bebido mucho, le decía que no bebiese más. Y si había bebido
poco, que bebiese más para que todo el mundo llevase el mismo nivel. Se hacían
libaciones y se brindaba por el señor de la casa, por el emperador, por los lares
de la casa.
Equipo romano preparandose para el pisado de la uva |
C.S. ¿Quiénes colaboran
en el proyecto?
B.B. Esto es cosa de dos personas. Los hijos y los amigos de
los hijos que hacen de figurantes vestidos de romanos.
C.S. ¡Has conseguido
que los jóvenes se acerquen al vino! Ahora la juventud se aleja del vino, y tú
has conseguido que se involucren.
B.B. Sí, pero eso es haciéndoles partícipes del tema. La gente
anda preocupada, pero es que los tienen de meros espectadores. No se han
acercado a ellos. Es como lo que dicen que a un niño pequeño le tienes que
hablar a su altura, como habla él; si te tienes que agachar, te agachas. Tienes
que adaptarte a lo que es él. Mi hija tiene 11 años y abre todas las botellas
de vino que hay en casa, ¡y tiene buen olfato! Su madre le pregunta ¿cómo te
huele este vino? Y ella le da su opinión. No tiene ningún concepto enológico,
ni bebe vino. Mi hijo tampoco llega a apreciar el vino, sin embargo, sabe
diferenciarlos.
Equipo romano pisando la uva |
C.S. ¿Qué producción
estás haciendo de este vino?
B.B. Este año hicimos 600 litros. Y este 2014 igual llego a
los 1000 litros. No está pensado para las ventas, sino para darlo a probar en
las catas y que la gente que lo ha probado, si le gusta, se lleve una botella.
No para ofrecerlo comercialmente.
C.S. ¿Piensas que este
producto podría comercializarse?
B.B. Sí, pero hay que buscar los canales, que son diferentes a
los canales normales de distribución.
Ahora iré yo a la villa romana de la Olmeda, en Palencia. Allí,
en la villa, han montado un complejo con restaurante, tienda, de todo y allí
venden cosas romanas.
En los museos romanos ya venden, aparte de la típica postal,
también puede estar el vino. Este puede ser uno de los canales.
Benito y su equipo romano |
C.S. ¿Algún importador
o una tienda on-line que lo pueda comercializar?
B.B. Sí, aquí en España no hay, pero en Francia hay web de
vinos “raros”. no es un vino pensado para un consumo gastronómico
normal. Si alguien hace unas jornadas de cocina romana, y las hace bien, los
vinos pegan. Por ejemplo, un mulsum con foie, como tomaban
en Roma.
C.S. ¿Qué tiempo de
consumo o de guarda tienen estos vinos?
B.B. El mulsum que es dulce, tienen miel, tiene bastante
guarda.
El caroenum, que también es medio dulce, tiene 60 gr. de azúcar y 15º de
alcohol, lo que le da mucha vida. Y el columella al principio tenía
otros aromas y ahora va envejeciendo y oscureciéndose con el tiempo.
Fermentación del mosto |
C.S. O sea, que se
pueden guardar...
B.B. Esos sí. Si no les das ningún tratamiento y todas esas
cosas, vas a tener, como todos los vinos naturales, posos que van a precipitar.
No precipitados de tartratos, sino de que no han sido clarificados, solo por decantación.
C.S. ¿Qué cepa
utilizáis para hacer el vino romano?
B.B. Lo
que utilizamos son primordialmente viñedos de Almonacid de la Sierra, cuya
cooperativa ha tenido un problema gravísimo y los socios llevan como dos o tres
cosechas sin cobrar. Ha habido muchos que han abandonado el cultivo. Han dejado
las viñas en vaso abandonadas. Hablando con ellos nos dejaron vendimiar: garnacha
blanca vieja y macabeo. Las cepas tendrán una edad
aproximada a los 50 años.
Con
estas dos variedades hemos trabajado hasta ahora. Este año ya las hemos podado
y las estamos adaptando en un cultivo sin ningún tipo de tratamiento. Ya se
encarga la naturaleza de equilibrarlo. Las hemos podado porque se habían
abandonado las podas. El año que podas no sale uva, hay que esperar al
siguiente.
Removido |
C.S. Benito, ¿algo más que quieras agregar?
B.B. En
Cariñena hasta que no llegó la filoxera las técnicas de cultivo eran las
romanas y se mantuvieron inalterables durante 20 siglos (primero llegó el oidium, pero lo que hizo fue cambiar de
variedades, la cariñena
desapareció de aquí porque el oidium
la ataca, y pasaron a la garnacha
que es más resistente) Se cambió el sistema de producción y de elaboración de
los vinos.
Adición de hierbas y resina |
"In vino veritas, longae vitae"