Nuevos
conceptos son necesarios para definir lo que consumimos y esto esta ligado a
una percepción que es grupal y no individual. Somos lo que comemos y estamos en
todo momento condicionados por lo que nos llevamos a la boca. Podemos seguir
existiendo sin nuestros desarrollos tecnológicos, ciudades cada vez más
inteligentes, ordenadores que piensan por nosotros o aplicaciones que aprenden
de nuestros errores, estos adelantos tecnológicos que hace muy poco tiempo
parecían ciencia ficción son una realidad cotidiana y tienen una implicación
cada vez mayor en nuestro día a día.
Hablar
del vino es también hablar de tecnología y todo lo que se ha hecho en este
campo con su proceso de elaboración, desde la recolección de la uva hasta los
nuevos drones que dan la posibilidad de monitorizar las vides y estudiar su
comportamiento con estrés hídrico y regular plagas y enfermedades de la vid.
Esto no es malo y puede ser objetivamente bueno para elaborar buenos vinos con
un valor agregado. El vino es bueno, es social, es culturalmente positivo, pero
el vino no es lo ideal en el mundo y, si bien tiene implicaciones sociales, es
necesario que no sea solo lo superior en el mundo y que esto no haga de barrera
para entender qué sucede con aquellos que se quieren acercar a un mundo que nos
puede enseñar a comprender nuestra historia y nuestro pasado en común.
Somos
sociales y cada vez más vamos aprendiendo que existe una verticalidad en las
redes. He llegado a la conclusión de que está muy bien que así sea pero no me
parece bien que continúe de esta forma. Porque nos alejamos de la esencia que
es la cultura del vino. En todos los tiempos se producen cambios y esos cambios
son necesarios para avanzar y comprender que la literatura, la ciencia, los
poetas y la humanidad en su conjunto han hablado del vino, han escrito sobre el
vino y han marcado un antes y un después en la historia. Por eso es necesario
decir esto bien y para que quede claro que los avances en la química, biología
y todas las ramas de la ciencia implicadas en el desarrollo de la vid deben ser
aplicadas para mejorar su elaboración. En esto creo que estamos totalmente de
acuerdo todos los que amamos el vino. Por ello, los procesos de elaboración de
la vid, conocidos como naturales, deben ser un puente para que el desarrollo de
los llamados viñedos inteligentes actúe en una dirección conjunta para elaborar
un producto respetando la naturaleza y aplique los nuevos avances para provecho
de todos.
Nuestra
propia naturaleza es social, dejando de lado nuestras diferencias, avanzamos
hacia vinos más naturales, respetando en todo momento nuestro entorno y
recuperando la cultura universal del vino. Siempre enseñando y nunca expulsando
a quienes quieren ser transmisores de una cultura que siempre ha tenido el “urbi
et orbi” como imagen universal de cultura vinícola.
“¿Qué son los vinos naturales?”, le pregunté. “Todos
los vinos son Naturales mientras no estén manipulados”, me contestó, y esto es
solo una parte de la verdad.
“Sensaciones,
sensaciones. Eso es lo que busco - me dijo. -El vino natural es uno de los
mejores que puedes probar y que te den sensaciones nuevas. Basta, todos los
vinos son naturales y además como buscas sensaciones nuevas en un vino que
en mi caso me recuerda a aquellos vinos que elaboraba mi abuelo”.
“No
lo sé, no te puedo ayudar si no me dejas hacerlo”, respondió, con un tono de me
estoy cansando y te voy a enviar a beber otros vinos.
Yo,
de verdad, no quería seguir con la conversación pero…hay momentos en la vida
que debes hacer un descanso y bajarte de la locura cotidiana. Pues eso, le dije
con tono calmado. En el fondo buscaba su complicidad para sentirme mejor y
desarrollar todos los argumentos que me venían a la cabeza en ese instante. Seguía
pensando esperanzado en la última conferencia que escuché de Josep Roca Fontané en la cual hablaba de los
vinos antiguos, de su historia y de cómo estaban empezando a tener una nueva manifestación
en el mundo actual. Y cuando digo antiguos me refiero a aquellas elaboraciones
que son antiguas pero que prácticamente no tienen manipulación.
Estaba en estas elucubraciones personales cuando de
repente escuché el ¡Pop! de un descorche. La verdad, me produce una sensación
increíble oír salir el corcho de la botella. Ya lo sé, hay que cuidar los
árboles, me dijo y yo me quedé pasmado pensando. La botella que se había
abierto estaba esperando ser bebida con deleite y en compañía de grandes amigos
que también disfrutasen de una buena armonía gastronómica.
La elaboración del vino ha cambiado mucho en los
últimos años y también sus seguidores.
Es verdad que mucho han mejorado los vinos en
general pero…cuando pensamos en voz muy baja para no ofender a nadie es una
realidad que tanto los sulfitos como otros elementos no son muy buenos. Después
de todo, ¿qué es un vino? Un vino es una bebida
que trasmuta y tomar algo tan natural que es parte de la tierra y un zumo
que va más allá de ser un líquido y que no es sólo parte de una conversación
sino que además es parte de una experiencia única que deja sin palabras al mas
experimentado.
Por
eso, después de rebuscar en todo lo que me hace diferente a usted, amado lector
de estas líneas, le digo sin ocultarme y dando la cara en todo momento que
estas reflexiones son mías y que no tienen porque gustar a la mayoría y que sólo
hablo con mi amigo, ese “vió”, el que aconseja y sabe. Tiene eso que a mi me
falta, es decir, aquello que siente sin temor a ser impopular.
Mi
nombre es sinceridad y mis sensaciones y sentimientos son Naturales como el
vino “vió”.
Tampoco
me quiero olvidar de las cuatro “c” cliente, comunicación, costo y conveniencia.
En esas estamos inmersos y de vez en cuando salimos para volver y regresar a
los vinos que hicieron nuestros ancestros que todavía se parece a algo un poco
más natural. Y tampoco quiero dejar pasar de largo las cuatro “c” de otras
cosas, comprensión, conexión, credibilidad y contagio.
“Hola”, me dijo y ahora nos queda nuestro vino natural y que sin embargo es un vino muy antiguo. “¿Lo entiendes?” dijo y dando media vuelta regresó a su casa y comprendió la naturaleza de las cosas. Dicen que el vino te hace decir la verdad que el hombre corriente se calla. Esas cosas son las que nos hacen diferentes, el vino puede ser lo que quiera pero nunca será una mentira.
“Hola”, me dijo y ahora nos queda nuestro vino natural y que sin embargo es un vino muy antiguo. “¿Lo entiendes?” dijo y dando media vuelta regresó a su casa y comprendió la naturaleza de las cosas. Dicen que el vino te hace decir la verdad que el hombre corriente se calla. Esas cosas son las que nos hacen diferentes, el vino puede ser lo que quiera pero nunca será una mentira.
“Que
el camino venga a tu encuentro,
que
el viento sople siempre a tu espalda,
que
el sol te de siempre en tu cara,
que
la lluvia caiga lentamente en tu campo y hasta,
que
volvamos a vernos... Que Dios te tenga en la palma de su mano”
(antigua canción irlandesa)
In vino veritas, longae vitae!))